Trastornos de Salud Mental y Estigmatización
La salud mental, un componente fundamental de nuestro bienestar general, a menudo se ve obstaculizada por la persistente estigmatización de los padecimientos y trastornos de este tipo. En la actualidad, se conoce que los tratamientos psicológicos desempeñan un papel muy importante en la mitigación de las dificultades de salud mental pero, a pesar de la creciente evidencia de la investigación en este ámbito, los estigmas sociales siguen siendo una barrera que impide que muchas personas busquen la asistencia que necesitan.
Trastornos Mentales: La alteración de lo funcional y saludable
En Psicología, la palabra un trastorno mental suele hacer referencia a una agrupación de alteraciones del funcionamiento psicológico adaptativo. Aquellos mecanismos y funciones psicológicas saludables se han tornado no saludables y disfuncionales.
Se ha visto que gran parte de los trastornos de salud mental, en su esencia, se caracterizan por una manifestación desmesurada de conductas que, en otros contextos o situaciones, incluso se considerarían de ayuda.
Por ejemplo, reflexionar sobre nuestros errores y aprender de ellos es una habilidad valiosa para el crecimiento personal, pero cuando esta reflexión se convierte en rumiación constante, puede derivar en un mecanismo predictor de la depresión. Este es solo un ejemplo de cómo los trastornos de salud mental a menudo involucran manifestaciones de comportamientos que, en un contexto y uso diferente, serían saludables.
Trastornos de Salud Mental y Prejuicios Frecuentes
Las investigaciones a nivel mundial indican que, aproximadamente, una de cada cinco personas experimentará un trastorno de salud mental en algún punto de su vida, y hasta una de cada tres enfrentará algún tipo de dificultad relacionada con la salud mental a lo largo de su existencia. No obstante, se mantienen concepciones erróneas y prejuicios arraigados en la sociedad en torno a estos trastornos, lo que resulta en la equiparación de los problemas de salud mental con la debilidad de carácter. La calificación de las personas con trastornos mentales como incompetentes, peligrosas o irreparablemente “rotas” o “falladas” genera como resultado la discriminación en el ámbito laboral y la marginación social.
Esta estigmatización no solamente promueve la ocultación de los síntomas por parte de quienes los experimentan, sino que también ayuda a generar e internalizar sentimientos de culpa y autodesprecio. Mensajes culturales que subestiman la complejidad de las emociones humanas, como “piensa positivo y todo se solucionará”, no hacen más que perpetuar conductas evitativas que agravan el sufrimiento y la propia negación a la búsqueda de ayuda.
Tanto los psicólogos clínicos como otros profesionales de la salud mental, tienen como tarea desafiar estos estereotipos y trabajar para cambiar la percepción social en torno a los problemas de salud mental. En este punto, es importante recordar que la salud mental no tiene relación con la fortaleza o debilidad de carácter; es un aspecto fundamental del ser humano que puede afectarse en cualquier persona en cualquier momento.
Tratamientos Disponibles y Búsqueda de Ayuda
A pesar de los avances en la disponibilidad de tratamientos efectivos, respaldados por evidencia científica, las estadísticas revelan que únicamente una de cada cinco personas buscará la ayuda de un profesional de salud mental. Este dato resulta paradójico, considerando que existen numerosos enfoques de tratamiento eficaces que pueden mejorar significativamente la capacidad de afrontar las dificultades relacionadas con la salud mental y ofrecen beneficios a largo plazo con menos efectos secundarios en comparación con los tratamientos farmacológicos.
Por Propia Cuenta No Siempre es Suficiente
En un mundo donde el estigma sobre la salud mental sigue siendo una barrera significativa, es importante reconocer que no siempre es posible superar los desafíos de la salud mental en solitario. La autoayuda, ya sea a través de la lectura de libros o la exploración de materiales audiovisuales, suele ser un recurso complementario valioso, pero no debe considerarse un sustituto del tratamiento profesional.
La relación profesional-paciente que se gesta en un contexto terapéutico, apuntalada por los saberes especializados y la experiencia profesional, ha demostrado ser un modulador de suma relevancia en la motivación al cambio y la mejora de las personas con dificultades en la salud mental.
Encore
Para finalizar, cabe destacar que es deseable apuntar a un cambio cultural que erradique el estigma y aliente a las personas a buscar la ayuda que necesitan sin temor ni vergüenza. De esta manera se podrá garantizar que cada individuo tenga la oportunidad de disfrutar de una vida plena y saludable, independientemente de los obstáculos que la salud mental pueda traer.
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