La ansiedad podría ser definida en principio como un mecanismo que produce una activación del sistema nervioso y que puede ser generada tanto por estímulos externos como internos. En la cotidianidad, la mayoría solemos experimentar ansiedad en mayor o menor medida, siendo ésta un mecanismo adaptativo y esperable, que nos prepara para enfrentar posibles situaciones que se nos representan desafiantes, amenazadoras o de riesgo.
La dificultad comienza cuando este mecanismo se dispara en situaciones disímiles y con una frecuencia e intensidad que no se corresponden a la situación objetiva que está aconteciendo, tornándose con el tiempo una reacción desadaptativa o patológica.
Cabe añadir, que la ansiedad patológica puede considerarse tanto un trastorno en sí mismo, pero también se encuentra como un síntoma asociado a otros padecimientos psíquicos. Es por ello, que resulta sumamente importante, poder explorar e identificar causas y desencadenantes, que pueden ser de diversos orígenes, para lograr arribar a un diagnóstico certero y llevar a cabo un tratamiento adecuado.
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