La autoestima puede definirse desde diferentes perspectivas teóricas, pero cuando se habla de autoestima se suele hacer alusión a la imagen o representación, a las creencias y los sentimientos que una persona tiene sobre sí misma. Estas creencias suelen incluir opiniones o ideas que representan su valía y su eficacia.

La autoestima puede ser saludable pero también puede ser disfuncional. Una persona con una autoestima saludable, suele experimentar pensamientos cálidos y positivos sobre sí misma y sobre la vida en general. Una autoestima disfuncional puede incluir una autoimagen distorsionada que puede ir desde una “baja autoestima” hasta, en oposición, una autoestima exagerada o engrandecida.

Baja autoestima o autoestima en déficit

Cuando una persona se siente o considera con baja autoestima, la visión sobre sí misma y de la realidad y del devenir se vuelve más crítica y negativa. Dicha visión suele incluso incidir en los niveles de autoconfianza y afectar diferentes áreas de la vida como por ejemplo, la vida social, sentimental, laboral y académica.

Para las personas con baja autoestima, tanto la percepción de su desempeño como su valor como ser humano se encuentra atravesado por dudas, autocrítica y autorreferencias negativas. Estos pensamientos críticos y negativos suelen generar reacciones y estados emocionales como tristeza, desesperanza, ansiedad, entre otros. La conducta y los hábitos suelen tener afectación al producirse la evitación de personas, lugares y experiencias deseadas, pero también puede conllevar grandes esfuerzos o actos destinados a demostrar la propia valía.

Causas

La autoestima suele verse afectada por experiencias tempranas con un impacto negativo. Algunas de estas vivencias que contribuyen a una baja autoestima pueden incluir:

  • Experiencias tempranas negativas de abuso, negligencia o castigo.
  • Exposición a elevadas expectativas de otras personas.
  • No alcanzar a cumplir con los estándares elevados de cierto grupo social.
  • Exposición a un entorno afectivo con insuficiente calidez, afecto, elogio, amor o aliento.

Terapia psicológica para la autoestima

Existen tratamientos psicológicos muy eficaces para mejorar la autoestima. Para la mayoría de las personas, una terapia psicológica puede resultar muy efectiva. En algunos casos, una autoestima afectada puede acompañar o formar parte de otras problemáticas psicológicas, como la depresión, los trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación o los trastornos de personalidad.

Las terapias cognitivas, incluida la terapia cognitivo conductual estándar (TCC), ofrecen tratamientos psicológicos estructurados y muy eficaces para trabajar sobre los distintos factores que contribuyen y mantienen las problemáticas de autoestima.

Terapia Online para problemáticas de autoestima

Actualmente, la terapia psicológica para los problemas de autoestima, puede ser tanto de forma presencial como en modalidad online.

Nuestra propuesta de terapia online para la afectación de la autoestima, se basa en trabajar con técnicas específicas y proporcionar recursos prácticos tanto para ayudar a las personas a identificar y modificar las creencias distorsionadas, la visión crítica  y  los sentimientos negativos hacia sí mismas.

Conoce nuestras diferentes prestaciones de psicología a distancia

Ver prestaciones online

Hoy mismo es posible dar el primer paso hacia tu bienestar

Solicita ahora una sesión de consulta por videollamada y sin obligación de iniciar tratamiento.

Agendar una sesión ahora

Scroll al inicio