Terapia Psicológica para Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

 

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es una problemática que puede llegar a ser debilitante e incapacitante y que se asocia a la experimentación de un evento traumático.

Un evento traumático podría tener su origen en un desastre natural o podría ser causado por una persona. Algunos ejemplos de eventos traumáticos serían: una inundación, un terremoto, un asalto armado, una agresión física, emocional o sexual, un accidente automovilístico, un accidente laboral u hogareño, una batalla o guerra, recibir una tortura, entre otros.

Tanto experimentar uno mismo, ser testigo o recibir noticias de un evento traumático puede causar significativo malestar psicofísico.

Si bien es esperable experimentar estrés después de un evento traumático y que aparezcan diferentes formas de malestar (emocional, cognitivo y físico), generalmente este estado es transitorio y desaparece en unas pocas semanas.

Si los síntomas relacionados a lo traumático se extienden más de un mes, es posible que una persona pueda desarrollar TEPT. Los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden alcanzar cierta severidad y durar mucho tiempo, a menudo años, y pueden afectar el funcionamiento de una persona en el trabajo y el estudio, en las relaciones interpersonales. El TEPT puede repercutir en la calidad de vida en general de una persona, al afectar la salud física, psicológica y social.

¿A quiénes afecta?

Esta problemática podría afectar a cualquier persona. Puede aparecer en la infancia, en la adolescencia y en cualquier momento de la vida adulta. Algunas personas desarrollan TEPT después de la exposición a eventos traumáticos reiterados o de larga duración (por ejemplo: víctimas de agresión sexual, proveedores de servicios de emergencias como médicos, paramédicos, policías o bomberos).

Síntomas

Los síntomas que pueden afectar a las personas con TEPT podrían variar en tipo e intensidad. Los síntomas más frecuentes suelen agruparse en tres categorías: los intrusivos, los concernientes a la evitación y los relacionados a un aumento de la excitación y vigilancia.

El primer grupo de síntomas tiene relación a los recuerdos e imágenes intrusivas del evento traumático. Esta intrusión puede darse a través de:

  • Recuerdos diurnos.
  • Sueños.
  • Pesadillas
  • Reexperimentación o escenas restrospectivas (flashback).

La sintomatología evitativa se manifiesta como la evasión o evitación de aquellos estímulos relacionados a la situación traumática que pudieran exponer nuevamente a la persona o generarle un recuerdo asociado, como por ejemplo:

  • Evitar actividades, lugares, personas, sentimientos.
  • Evitación o adormecimiento emocional que podría incluir experimentar pocas emociones, sentirse distante de las demás personas (incluso de las más cercanas y significativas).

Por último, una mayor excitación y vigilia que puede manifestarse en:

  • Hipervigilancia (estado de alerta ante amenazas y peligros).
  • Irritabilidad o arrebatos de ira.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Dificultad para dormir.
  • Sobresaltos.

También suelen manifestarse:

  • Pérdida del interés por las actividades habituales.
  • Desmotivación general.
  • Visión dificultosa o negativa del futuro.

 

Además, es frecuente que una persona con TEPT experimente otras afecciones psicológicas como trastornos de ansiedad, depresión y abuso de sustancias.

Diagnóstico

Es frecuente que el TEPT pueda aparecer debido a la reacción frente a la experiencia traumática y por otros factores particulares de cada persona como, por ejemplo, la herencia genética, la historia de vida, el conocimiento o contacto previo con la situación.

También es frecuente que esta problemática pueda acompañarse con otras afecciones de salud mental, como otros trastornos de ansiedad, depresión o abuso de alcohol u otras sustancias. Por ello, es sumamente importante que psicólogos con experiencia en evaluación clínica y en estos trastornos realicen un diagnóstico.

Tratamientos

Existen tratamientos muy eficaces para el TEPT. Para la mayoría de las personas, una terapia psicológica puede resultar muy efectiva. En casos más complejos, se suele apelar a un tratamiento farmacológico en conjunto que incluya la toma de medicamentos específicos bajo estricta supervisión médica.

La terapia cognitiva conductual estandar (TCC) es un tratamiento psicológico estructurado y muy eficaz para el TEPT. Con esta terapia, las personas pueden trabajar en cambiar cualquier pensamiento, creencia y comportamiento que contribuya y mantenga los síntomas. Suele incluirse la enseñanza de técnicas de distracción y relajación, y de formas de reducir el estrés o los síntomas físicos.

Una terapia de exposición suele también ser utilizada en ciertos casos de TEPT. Una exposición controlada puede ser imaginada, basada en la realidad virtual o presentada en la vida real.

Por otra parte, las terapias cognitivas de tercera generación (tercera ola) pueden brindar aportes muy valiosos para que las personas puedan cambiar la relación de la persona con la situación traumática, mientras se incorporan técnicas que ayudan a la regulación emocional.

Terapia Online para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

Actualmente, el tratamiento psicológico para el trastorno por estrés postraumático puede ser tanto presencial, online o su combinatoria. Nuestra propuesta de terapia online para aquellos pacientes con TEPT, se basa en proporcionarles recursos prácticos y técnicas específicas para afrontar las distintas manifestaciones sintomáticas del trastorno. También, nos proponemos impulsar en las personas cambios duraderos en la conducta, en la percepción y la significación de la experiencia traumática, utilizando protocolos terapéuticos internacionalmente validados.

 

 

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